En el cielo azul como
el mar,
Las nubes flotan, suaves
y blancas,
De algodones se
visten,
Bajo el imponente sol
dorado.
Luego se tornan
grises y densas,
Cargadas de mucha
agua, traen sus esencias,
Sus lágrimas caen
sobre nosotros,
Regando la vida que
siempre se aferra.
A veces son rayos, otras
veces son lluvias,
Susurros de viento,
dulces y suaves,
Trayendo ecos de
vida,
Y en un instante, la
luz se anida.
Al final del día, en
su viaje eterno,
Se desvanecen en un
rojo tierno,
Así son las nubes, en
su vaivén,
Un ciclo sin fin que
vuelve a renacer.
El Señor es paciente pero
poderoso, y no dejará de castigar al culpable. El Señor camina sobre la
tormenta, y las nubes son el polvo de sus pies.
Nahúm 1:3
Muchas gracias por tomar parte de tu tiempo en leer esto en verdad que estoy muy contento, si te gusto déjame un comentario y ayúdame a compartirlo para que llegue a más personas que a ti no te cuesta nada y me ayudaría muchísimo.
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