La tierra llora en su
tormenta,
Vientos fuertes,
mares que rugen sin fin,
Los bosques arden, la
vida se enfrenta,
A un daño que nace de
nuestro propio jardín.
El hielo se funde, el
mar se eleva,
Huracanes arrasan sin
piedad,
La naturaleza sufre y
se quiebra,
Por la mano humana y
su crueldad.
Pero aún hay tiempo
para hacer algo,
Cuidar el agua, el
aire y las flores,
Sembrar esperanza,
volver a amar,
Y sanar la tierra con
nuestro pudor.
Unidos podemos
cambiar el rumbo,
Reciclar, plantar,
respetar el sol,
Proteger la vida,
romper el humo,
Y devolverle al mundo
su mejor color.
de todas sus aflicciones. No fue un enviado suyo quien los
salvó; fue el Señor en persona. Él los libertó por su amor y su misericordia,
los levantó, los tomó en brazos. Así lo ha hecho siempre.
Muchas gracias por tomar parte de tu tiempo en leer esto en verdad que estoy muy contento, si te gusto déjame un comentario y ayúdame a compartirlo para que llegue a más personas que a ti no te cuesta nada y me ayudaría muchísimo.
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